20/06/2023

Las Empresas de Tamaño Intermedio como activo estratégico para la economía española

En España, siguiendo la recomendación 2003/361 de la Comisión Europea, las empresas se clasifican en Micro, Pequeña y Mediana (grupo conocido como PYME), y el resto se clasifican por defecto en Gran Empresa.

La realidad es que dentro del segmento de Gran Empresa (+50 millones de euros de facturación, +250 empleados, y/o +43 millones de euros de balance) existe una heterogeneidad muy amplia, y las idiosincrasias y necesidades de una empresa mediana con una facturación que oscile entre los 50 y 500 millones de euros dista mucho de la realidad de las “grandes empresas” que facturan miles de millones.

Desde CRE100DO consideramos que es necesario segmentar y atender de manera específica al grupo de empresas medianas que tienen una facturación entre 50 y 500 millones de euros – a las que denominamos “Empresas de Tamaño Intermedio” (ETIs), y distinguirlo de la Gran Empresa.

Esta visión del segmento empresarial que evita ser binaria para reconocer una tercera categoría de empresas medianas denominada ETI, ya se está realizando en Francia desde el año 2008 bajo la ley núm. 2008-776, del 4 de agosto, y aplicada por el decreto de ejecución de 18 de diciembre de 2008. En Francia, el INSEE (Instituto nacional de estadística francés) ofrece información sobre este segmento específico de empresas medianas o intermedias, lo que ha permitido principalmente dos logros:

  • Aumentar el conocimiento sobre el entramado de las empresas francesas e identificación de campeones ocultos de la economía local (principalmente empresas industriales);

  • Adaptación de las políticas públicas tratando a las ETIs como un verdadero activo estratégico empresarial del país (ej. Stratégie de la Nation pour les entreprises de taille intermédiaire, Plan d’action pour la croissance et la transformation des entreprises (PACTE)…)

En España no existe un término para distinguir a este segmento de empresas medianas, ni una base estadística, a diferencia no sólo de Francia, sino también de otras grandes economías como es el caso del Mittelstand alemán, o el mid-cap americano. Esta ausencia de denominación específica hace que este segmento de empresas medianas o intermedias sea el “gran olvidado”, con ausencia de normativas, ayudas e incentivos específicos, así como de representantes en las administraciones públicas y en la sociedad civil.

Esto es una paradoja ya que España necesita empresas más grandes para ser más resiliente, crear empleo cualificado y sostenible, y mejorar la productividad del paı́s. Un estudio publicado por el Círculo de Empresarios en 2018 concluyó que, si España tuviera una distribución de empresas por tamaños como la alemana, la productividad agregada podría ser un 13% superior.

En España tenemos aproximadamente 3.300 empresas de tamaño intermedio, de la cuales el 55% (1.800) tienen el centro de decisión en España, es decir, no son filiales directas o indirectas de multinacionales extranjeras ni están participadas mayoritariamente por empresas extranjeras.

 Las 1.800 ETIs españolas representan una facturación agregada de 221 mil millones de euros (equivalente al 18% del PIB) y generan 1 millón de empleos directos (aproximadamente el 7% de empleos del sector privado).

Las ETIs se benefician de la potencia y escala de las empresas más grandes, combinado con la flexibilidad y el impulso de las más pequeñas. Esto hace que sean competitivas, resilientes, internacionalizadas y comprometidas con sus empleados, con la innovación, la sostenibilidad y el entorno en el que operan.

Con el apoyo y la atención adecuada, las ETI se pueden convertir en grandes protagonistas del desarrollo de la economía española. España puede apalancarse en estas empresas para crear empleo cualificado, aumentar la resiliencia de nuestro sector productivo, desarrollar el sector industrial, potenciar la innovación, el desarrollo sostenible y la digitalización de las empresas.

Además, por su ubicación geográfica, la ETI permite generar un desarrollo económico más homogéneo en nuestro país y mitigar el avance de la “España vaciada”

En definitiva, consideramos clave avanzar en el reconocimiento de una realidad y empezar a trabajar desde la administración pública de manera específica para las empresas de tamaño intermedio o medianas (ETIs). Un buen inicio seria mediante el reconocimiento estadístico del segmento como ya han realizado nuestros vecinos en Francia.

Artículo de Rafael Vaquero, Director General de Fundación CRE100DO