De manera innata emergió en nosotros un carácter de superación, constante mejora, innovación, competitividad y apertura al exterior, en aras a prosperar en un nicho de aleaciones especiales de aluminio de alta exigencia técnica y cuyo mercado mundial estaba inicialmente en manos de un puñado de compañías internacionales. Suministrando a una industria global, surgió la necesidad natural de iniciar un proceso de expansión internacional que marcó nuestro futuro. Todo ello fabricando en Asturias y exportando a todos los rincones del mundo con gran esfuerzo comercial y humano, capacidad técnica y compitiendo con grandes jugadores consolidados en el mercado.

Además de todo el esfuerzo interno, tuvimos que buscar otras palancas. Se forjaron una serie de alianzas industriales, estratégicas y accionariales que permitieron consolidar nuestra base de crecimiento y la búsqueda de nuevas oportunidades, al mismo tiempo que se mitigaban riesgos operacionales, financieros y patrimoniales. Una serie de acuerdos nos permitieron alcanzar hitos relevantes sin renunciar a un criterio de prudencia industrial y financiera más que razonable.

Ya en los años 80 comenzamos a establecer una red de partners en numerosos puntos del mundo. A principios de la década de los 90, la SRP del Principado tomó una participación minoritaria que nos permitió reforzar nuestra capacidad financiera hasta que, a finales de esa década, las familias fundadoras recompraron las acciones. En 2001 entró un nuevo accionista minoritario (private equity) que impulsó una etapa de gran esfuerzo inversor y crecimiento. En 2003, establecimos en EE.UU. nuestra primera filial en el exterior y, en 2006, alcanzamos un acuerdo de colaboración (joint production h selling agreement) con una compañía austríaca para suministrar a un gran cliente nacional. Fruto de un largo proyecto interno de desarrollo, se creó en 2012 una joint venture con un socio industrial alemán para levantar una nueva planta en Asturias. Nos traíamos a casa parte del mercado internacional y, además, compartíamos riesgos operacionales en cointegración vertical ante un reto tecnológico enormemente complejo. En 2016, llegó el siguiente movimiento al dar salida al private equity y entrada al fondo soberano de Baréin como nuevo accionista minoritario. Con esta operación, buscábamos reforzar nuestra presencia en Oriente Medio y culminar una estrategia de geodiversificación con el fin de atender de manera más eficiente el mercado global. En plena pandemia, levantamos nuestra primera planta en el exterior, precisamente en Baréin, e iniciamos actividades a finales de 2021. Otra de nuestras señas de identidad se reforzó sustancialmente en 2022 con la constitución de nuestro centro de innova- ción en Asturias. En la actualidad, estamos también preparados para iniciar el camino del crecimiento inorgánico y ya estamos trabajando en ello.

El factor común en todas nuestras decisiones más importantes ha sido la disposición natural a salir de nuestra zona de confort empresarial. Decisiones que no fueron nada fáciles de tomar en cada momento pero que representan nuestra clara vocación de compromiso y superación constante.

Toda una trayectoria con una clara orientación al crecimiento, centro de nuestra estrategia, como vía no solo de aumentar nuestras capacidades y competitividad, sino de proteger nuestras fortalezas y hacernos más resilientes. Siempre hemos visto el crecimiento con un doble enfoque de oportunidad y mecanismo de autodefensa. El factor común en todas nuestras decisiones más importantes ha sido la disposición natural a salir de nuestra zona de confort empresarial. Decisiones que no fueron nada fáciles de tomar en cada momento pero que representan nuestra clara vocación de compromiso y superación constante. Este año celebramos nuestro 50 aniversario manteniendo intacta nuestra motivación para seguir creciendo y rindiendo homenaje a todo el grupo humano, actual y de nuestros predecesores, que han sido los verdaderos protagonistas que nos han llevado hasta aquí.